14 de noviembre de 2005

Un update

¡Adivinen quién volvió de sus vacaciones! Yo no, las vacaciones son para sucios burgueses. Hoy se cumplen exactamente dos semanas desde mi último update, tiempo más que suficiente para que la mitad de mis lectores haya partido para no volver. Y eso es bueno. No me gusta que el vulgo me lea. Es más, este blog está hecho para ser leído por tan solo cinco personas, siendo yo dos de ellas. Si no sos uno de esos cinco, cerrá ya el explorer.

Bien, asumo que ya todos los seres indeseables han cerrado el Microsoft Internet Explorer —y no digo Firefox porque eso es para comunistas tirabombas y mis amigos no son comunistas tirabombas.
Habrán notado, queridos amigos, el cambio de aspecto del blog. No es otra cosa que la obra de Gittana, quien muy para mi sorpresa me agregó al MSN solo para ofrecerme cambiar el template. “¿Por qué —pregunté—, oh Gittana, deseas cambiar el aspecto visual de mi blog?” a lo que ella respondió “porque el tuyo es una cagada”. Así que desde aquí, y con algo de retraso, un agradecimiento muy grande a la persona que primero me incentiva a crear el blog (“hey, si una mujer puede, ¿por qué yo no?”) y luego, de absoluta onda, se toma el trabajo de cambiar el script para reformar al mismo.

Mis clientes apestan. Tendría que tener alguna especie de sensor óptico en la puerta, con un cartelito que diga “si su piel es más oscura que el color café-con-leche, tiene prohibida su entrada a este establecimiento. Sí, lo estamos discriminando”.
Nunca tuve tantos deseos de cambiar de rubro como en estos días. Realmente me saturé de los pendejos. ¿Por qué mis clientes no pueden ser geeks inofensivos o gamers viciosos? ¿Por qué necesariamente tienen que ser eslabones rotos de la cadena evolutiva Darwiniana? Mierda, ¿qué tengo, una reserva mapuche a dos cuadras de casa?
Encima ahora se les dio por jugar Lineage 2 (¡hasta en el trabajo me atormentás, juego hijo de puta!) en servers fruta con rates x 200. Se sienten orgullosos de lograr en un día lo que yo hice en un año de juego.
Espectáculo es cuando quieren hacer un trabajo práctico. Simplemente copypastean el primer texto que se cruzan por la Interweb sin siquiera leerlo. He impreso trabajos prácticos con banners a los costados. En mi época copypasteabamos de la Encarta al menos.
Aunque sea puedo darme el gustito de responderles “no” cada vez que vienen a preguntarme si les fío. Vivo para eso.

Y ya que mencioné Lineage, mi adicción al mismo está casi superada, mitad por aburrimiento. Los días de aventura de Anaxágoras se van acercando a su fin. Pronto el profeta se jubilará y pasará el resto de sus días en una casita junto al río. Una casita de crack.

Hoy me van a dar la nota del segundo parcial de Filosofía. Si lo apruebo termino el CBC. Ay, tres años me llevó completar lo que a otros les lleva tan solo uno, o medio, si tienen acomodo. El año que viene empieza la joda. Viajar a capital varias veces por semana va a ser un tormento, lo se, pero no es otra cosa que el justo pago por los innumerables pecados que cometí en mi vida pasada. Será un castigo redentor para purgar mi alma y ascender por fin al Reino Celestial, ya libre de culpas.
En otras noticias, en estos días me volví un fanático religioso. Praise Alah! Death to american infidel!

El precio de la medicina prepaga aumenta cada mes. Dan ganas de accidentarse solo para que rinda el gasto. Aunque considerando mi suerte, probablemente muera tras el económicamente rentable siniestro. Y dicen que morir es malo.
Sócrates decía que no se debe temer a la muerte, porque ella pertenece a lo desconocido. Temerle a lo que no se conoce es casi como decir saber lo que no se sabe. Eso a Sócrates le daba por las bolas. Aunque también hay que admitir que existe un poco de leyenda en torno al filósofo griego. Por ejemplo, Sócrates no se suicidó con cicuta, lo mató un oso que se escapó del circo. Pasa que de esta manera muchas de las cosas que presuntamente dijo en la Apología perdían sentido. Otro dato poco conocido es que en realidad Sócrates era una mujer asiática.

Yo se que cada vez que mi viejo me llama para mostrarme algo gracioso que vio en Internet, en su monitor hay una foto de Kirchner. Realmente el odio político ha hecho estragos en su persona, a tal punto que sus argumentaciones son del tipo “el tuerto montonero que tenemos de presidente tiene toda la guita en Suiza y no le dicen nada, pero a San Menem le hicieron quilombos durante años por las cuentas que decían que tenía y nunca le encontraron ni una sola”. Y luego me pegaría un sopapo para descargar su frustración.
Eso sí, a la mañana hace un café salvador, y eso lo respeto.

No me gusta que mis clientes me toquen. Y mis clientas tienen un molesto sentido de autoconservación que les impide acercárseme.

Soy un hijo de puta. Hace semanas que estoy rumiando updates para LIA y siempre me quedo sin GNC en la segunda página. Estuve pensando en hacer un “update recopilación”, juntando all in one todos mis textos abortados, con una aclaración justificando por qué abandoné cada uno de ellos. La explicación en cada caso sería una variante de “porque soy un incapaz de mierda”.

Hace un tiempito que no incluyo imágenes en el blog. La razón de esto es porque prefiero mil palabras a una imagen. A menos que estemos hablando de una mujer. En ese caso prefiero una imagen; cuanto menos ropa mejor. Y si es fea, aún así prefiero verla a tolerar su horrible parloteo. Siempre quise decirle a una chica “calla y solo se hermosa”, pero el miedo a que arruine años de ortodoncia me lo impedía.
Algunas me han dicho que les gusta como hablo. Les respondo que pertenezco a la clase de personas que uno desea escuchar una o dos veces por semana y en lapsos no mayores a una hora. Mis palabras tienen efecto hipnótico por teléfono, y se asemejan a balbuceos en vivo y en directo si la chica es linda.

Pareciera que uno de los requisitos para conseguir trabajo en la carnicería de al lado es haber pasado al menos dos años en la cárcel. Ojo, no malinterpreten, prefiero que el tumba Gómez venga a pedirme cambio con los brazos engrasados y envuelto en una pestilencia de sangre y vísceras a que me meta caño a la vuelta de mi casa para sacarme las monedas del colectivo. Por otro lado, ¿por qué no podrían ser ambas? Mejor andar con cuidado; esos tatuajes en sus nudillos han conocido cuellos más frágiles que el mío.

El Age of Empires 3 apesta. ¡Con qué estúpida expectativa lo estuve esperando por meses! Y gracias que tuve el buen juicio de bajármelo ilegalmente con el Emule (tras varios intentos fallidos) y no comprarlo original como tenía pensado.
El único punto fuerte del juego son los gráficos, que desean ser vistos con una de esas superplacas yankies. Mi pc es considerablemente buena y mi placa de video es grande, aunque algo viejita ya. El juego se ve más o menos fluido pero los gráficos apestan. Y el juego no tiene más que eso; sacale los paisajes lindos y la iluminación dinámica y te queda un Age of Mythologies aún más lento, monótono y aburrido (¡el aspecto de las estructuras debe cambiar en cada era, no cada dos!).
Hasta ahora no leí la opinión de nadie a quien le haya gustado. Lamentablemente, en mi vida el mejor juego de estrategia aún sigue siendo el Warcraft 3. Ay de mí.

¿Quién dijo que mi trabajo no requiere esfuerzo físico? Tuve que arrastrarme para conectar el transformador del switch (como el hub pero más groso) que algún pendejo infradotado se tomó el trabajo de patear. Lo bueno de mi trabajo es que la oración anterior puedo decirla en voz alta. Lo malo es que nadie la entiende y mis viejos se enojan.

Leer a Platón me hizo querer ser una persona más virtuosa. Leer a Nietzsche me hizo sentirme bien conmigo mismo siendo un hijo de puta. ¿Qué si soy influenciable? Deberían haberme visto en la primaria.
Lo malo de tratar de vivir como un ser humano y no como un animalito es el escaso éxito con las chicas. Por supuesto, aquellas pocas mujeres lo suficientemente inteligentes, nobles y bellas para encontrar atrayente nuestro estilo de vida estarían dispuestas a darnos la llave de su corazón (¿tienen esa cosa las mujeres inteligentes, nobles y bellas?) y hacernos un poco felices. El tema es que, como ya dije, son pocas, y suelen vivir lejos.
Si las Mujeres Estándar son nada más que distracciones en la vida hasta que encontramos al Alma Perfecta, entonces yo me salteo los entremeses y paso directo al plato principal. O más bien, lo espero sentado, con los cubiertos en mano. Los que piensan que paso hambre son los que se llenan la boca con comida chatarra. Pero parece que mal no la pasan. Bien por ellos, supongo.

Siempre me gustó el olor de la lavandina y de la nafta. ¿Primeros indicios de una naturaleza autodestructiva? Nah, solo gustos exóticos que no me molesto en negar, como que me gusta físicamente el cantante de My Chemical Romance. ¿Eso lo dije o lo pensé? Erhm, ¡miren, pajaritos!

Todos están equivocados, y esa es la tragedia del mundo. Incluso los que creen no estarlo, señalando que todos están equivocados. Cualquiera que diga “esto es” se equivoca. De esta manera cualquier texto “amateur” que leamos es horriblemente incorrecto. Esto es una tragedia. Mi tragedia. He leído infinidad de ensayos que presumen una objetividad o un grado de verdad que no tienen. Como el ateo que niega la existencia de Dios basándose solo en la ausencia de pruebas físicas, cuidadosamente pasando por alto la posibilidad de una siempre agradable solución metafísica. “Lo que existe y no se percibe, bien podría no existir”, es posible, pero eso no es más que otra conjetura. Si la misma ciencia duda, ¿por qué deberíamos nosotros, adolescentes ignorantes, afirmar o negar cosas que evidentemente nos quedan grandes?
Es fácil interpretar a un filósofo como mejor nos gusta, de la misma manera que es fácil —y conveniente— encontrar citas del mismo que favorezcan nuestros argumentos.
Por todo esto es que me convertí al Discordialismo.

Fui a ver Corpse Bride. Linda peli, el final un poco apurado nomás. Tim Burton (¿alguien dijo overrated?) es por lejos el director de los góticos. Claro que en Argentina no hay góticos, hay engendros híbridos desinformados. Van a verla pero no la entienden o no saben apreciar su belleza.
Creo que la explicación de la vida se encuentra codificada de manera bastante explícita en American Beauty.

Mi vieja cree que estoy de mal humor, lo cual puedo interpretar como “todas las Personas Promedio creen que estoy de mal humor”.
Entre ayer y hoy me preguntó cinco veces si conocía el paradero de mi hermano. Ni puta idea, mi hermano es nómada. Esta mañana cuando le respondí “si tiene un celular, ¿por qué no lo llamás y le preguntás, en vez de joderme a mí a cada rato?”. Entonces me mandó a cagar.
La Persona Promedio confunde lógica con mal humor, pragmatismo con insensibilidad, elocuencia con arrogancia. Pareciera que la solución a los problemas debe ser el pánico, y la actitud a mantener, una improductiva, ineficiente, imparable consternación. ¿Fantasías narcisistas para aplacar la sed moral? Les explico que al cielo se llega pintando paisajes inexistentes, y al infierno, mirando telenovelas. Pero reconozco hipocresía en mis palabras: sigo jugando Lineage en mis momentos libres, esperando inútilmente que en la vida haya un corrector automático como el del Word.

Algunos de mis clientes vienen del gimnasio de arriba de la galería. Son arrogantes hasta la médula. Tal vez la sobredosis diaria de testosterona afecta su sistema nervioso. O tal vez el mío. Pero cada vez que vienen se hacen notar con tendencias tales como hablar entre dientes, mirar despreocupadamente a los costados mientras me piden máquina, referirse a mí con amistosos superlativos que demuestran implícitamente su superioridad, y finalmente una palmada en el hombro para despedirse. También son de gastar poco.

Uno de los pocos recursos que tengo para dañar a las personas que me jodieron es odiar las cosas que a ellas más les gustaban. Así llegué a aborrecer películas que jamás ví, rechazar música que antes me caía bien y odiar lisa y llanamente el idioma Alemán. He tenido que hacer algunas excepciones, sin embargo. El tema Iris de la banda Goo Goo Dolls sigue siendo hermoso, no importa cuanto me haya jodido la dueña. Aceptar que las cosas no tienen la culpa es una buena manera de empezar a perdonarse a uno mismo. ¿Por qué castigar a los objetos o a uno mismo en vez de a quien realmente deberíamos castigar? Dicen que el olvido es el peor de los castigos. Yo digo que el olvido es la muerte. Pero algunas muchachas se resisten a morir; son inmortales. Eso solo confirma mi teoría de que las mujeres son súcubos sin alma creadas exclusivamente para cagarnos la vida a los Hombres Santos, particularmente a mi.

¿Qué es más fuerte, impulso natural o convicción peculiar? Evidentemente la primera. La prueba está en que llego al mediodía con mucha hambre, sin importarme la cantidad de monstruos que deberían hacerme perder el apetito.
No es ninguna revelación esto que digo. Fueron los impulsos naturales los que escribieron la historia del hombre. En lo personal, me gusta que sea así; genera el entretenimiento que necesito para vivir y la oposición que necesito para crear.

El año pasado me perdí de ir a ver a Nightwish. Me dormí y perdí la oportunidad de comprar las entradas cuando había stock. Me consolé forzándome a pensar que iría a verlos al año siguiente.
Hace pocos días la banda le dio flete a Tarja, la cantante.
Parece que la piba está casada con un argentino que hizo las veces de Yoko Ono. Metaleros y góticos en todas partes lloran la perdida y el mundo tiene ahora una nueva razón para odiar a Argentina.
Pero yo, lejos de arrepentirme por mi dormida del año pasado, celebro la ocasión como una providencia divina: Dios quiere que me mantenga lejos de las personas indeseables que pululan en esa clase de eventos. Y yo siempre le hago caso a Dios. Cuanto más lejos me mantenga de los que mienten oscuridad para favorecer una ilusión de profundidad, tanto mejor. A algunos hasta les quité admisión en el MSN. No sea cosa que por propiedad transitiva yo también termine necesitando de muy poco para creerme mucho.

Está bueno escribir lo que se quiere y es complicado escribir siguiendo pautas. Cualquier texto escrito para otros está sujeto a normas, por más pequeñas que sean. En LIA no podría escribir con fuente color verde.
Excuso mi poca productividad con falta de inspiración para hacer algo que se sujete a esas pautas. Pero en realidad lo que me falta es sentar el culo en la silla y ponerme a escribir.
Hasta ahora nunca me pasó de no tener tiempo para escribir algo. Si no lo hice es porque deseaba hacer otra cosa. Un texto no depende del tiempo libre, depende del deseo de hacerlo. Y ese deseo muchas veces se ve atenuado por las pautas externas.
Me cae mal la gente del foro de LIA. Si alguien de ahí no me hizo caso cuando le pedí que cierre el Explorer y siguió leyendo hasta acá, sepa que es muy probable que lo odie. Pero no se preocupe, es un odio inmaduro, nacido de mi tontera. Tan solo me molesta que hable mucho y diga poco. El buen escritor es el que dice mucho con las palabras justas. El malo se dedica a quotear en los foros qué chistes le gustaron y cuales otros no.

Siempre es grato ver como vuelve un cliente. Su orgullo fragmentado al no haber podido mantener su auto-promesa de irse a otro cyber porque el tiempo de espera en el mío era demasiado. Este en particular encontró problemático que no me ande la impresora. ¿Habrá vuelto con birome y un papelito?

Es difícil querer a alguien que escribe con faltas de ortografía. El amor es irracional.
Las chicas que necesitan un chico como yo no me dan bola. El amor es injusto.
Lloriqueo mucho y hago poco. Cumplo mis deseos de pereza. La pereza es la excusa oficial de la cobardía. El amor es más justo y racional de lo que deseo creer.

Mis mails tienden a ser danzas autoeróticas. Curiosamente, mis destinatarios los encuentran agradables. Cuando me preguntan cómo estoy siempre respondo, pero no devuelvo la pregunta. Es más lo que quiero decir que lo que quiero saber de la otra persona. Y rara vez me detengo en trivialidades; me gusta ir directo a los papeles. Tal vez sea ese el verdadero egoísmo y no el fantasma que nos enseñaron en la escuela. Dejar que el ego vuele libremente, sin represiones internas ni desfiguraciones externas. Eso es, verdaderamente, rendirle culto a uno mismo.

Tengo mucho más para decir, pero ya no tengo ganas. Creo que pocas cosas son tan injustas en la vida como un final abrupto. Te dejan con ganas de más.

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